Sunny Reardon is a volunteer from the University of Pennsylvania / Sunny Reardon es una voluntaria de la Universidad de Pensilvania [Español abajo] Last summer I spent six weeks as a volunteer with Sueños, and I don't think I could have possibly had a better experience. My friend Hannah and I had just finished our freshman year of college at the University of Pennsylvania, and we were looking to do something meaningful while still getting the opportunity to travel. When I discovered the organization, I was so excited to be a part of it because I really believed (and still believe!) in what it stands for. On a daily basis, Hannah and I took one-to-one Spanish classes 4 hours a day, 5 days a week, and twice a week we would meet Katie in the Central Park to gather the children for the class. The most powerful part of this experience was seeing how much the children really benefitted from a structured learning environment. Although the project was still in an unofficial format, with all ages in one class and lessons conducted on a small white board, it was clear how much potential this kind of initiative has. Since we left, Katie has been able to grow the program immensely, and I know that as Sueños continues to grow, the greater the impact will be on the education and lives of the children Katie works with. I am so proud of this organization which is now officially a non-profit (!) and I cannot wait to see in which direction it goes. El verano pasado pasé seis semanas como voluntaria con Sueños, y no creo que podría haber tenido una mejor experiencia. Mi amiga Hannah y yo acabábamos de terminar el primer año de la universidad en la Universidad de Pensilvania, y estábamos buscando hacer algo significativo sin dejar de tener la oportunidad de viajar. Cuando descubrí la organización, estaba tan emocionado de ser parte de ella porque realmente creía (¡y sigo creyendo!) en lo que representa. Todos los días, Hannah y yo tomábamos clases de español de cuatro horas, y dos veces a la semana nos reuníamos con Katie en el Central Park para reunir a los niños para la clase. La parte más poderosa de esta experiencia fue ver cuánto se beneficiaron realmente los niños de un entorno de aprendizaje estructurado. Aunque el proyecto todavía estaba en un formato no oficial, con todas las edades en una clase y las lecciones conducidas en una pequeña pizarra, estaba claro cuánto potencial tiene este tipo de iniciativa. Desde que nos fuimos, Katie ha podido hacer expandir el programa inmensamente, y sé que a medida que Sueños continúe creciendo, mayor será el impacto en la educación y la vida de los niños con los que trabajan. Estoy muy orgulloso de esta organización que ahora oficialmente es una asociación civil en Guatemala (!) Y no puedo esperar para ver en qué dirección va.
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May 2024
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